“Quiero arrepentirme, en nombre del 1%, por considerar que el 99% de la iglesia que no está en el ministerio profesional existe para apoyar nuestro ministerio. Eso no podría estar más equivocado”.
Estas son las palabras de disculpa de Michael Oh, el Director Ejecutivo Mundial y CEO del Movimiento de Lausana, publicadas por Christianity Today. Continúa diciendo: “Ustedes no existen para apoyar nuestro ministerio; nosotros existimos para apoyar el de ustedes”. A fines de este mes, el Foro Mundial del Trabajo de Lausana intentará hacer precisamente eso, para que la iglesia ponga su atención en empoderar al 99%. Las palabras del Director General del Movimiento de Lausana, del cual he sido traductor/intérprete en los últimos diez años, son, como mínimo, revolucionarias. En el mismo artículo plantea cuatro puntos de disculpa:
El Foro Mundial del Trabajo se realizó del 25 al 29 junio de 2019 en Manila, Filipinas. El informe preliminar dice: Este encuentro fue el primero de su tipo en la historia de Lausana, donde la mayoría de los participantes —el 65 por ciento de los cerca de 900 participantes de 110 países— eran cristianos cuyo lugar de trabajo principal se encuentra fuera de las iglesias u organizaciones ministeriales. Representaban un panorama de la fuerza laboral mundial, desde trabajadores manuales hasta directores generales, empresarios e inversionistas, obreros de cuello azul, de cuello blanco, de cuello “rosa” y “sin cuello”, que trabajan como amas de casa o cuidadores en el lugar de trabajo a menudo invisible llamado hogar. Se incluyeron 200 participantes virtuales que interactuaron en línea con el programa y entre sí. De lo que se trata aquí es llegar a un sano equilibrio que no existe actualmente. Cuando nos ponemos a pensar, la enorme mayoría de las prédicas, libros, artículos, biografías, grabaciones en audio y video cristianos que escuchamos vienen de personas que ocupan posiciones de liderazgo en iglesias o instituciones cristianas. Y es imposible pretender que una persona que ha estado de un lado del mostrador o que ha estado en una relación jerárquica entienda completamente al que ocupa el otro lado del mostrador o de esa relación. Hoy nadie discute que no es lo mismo que un hombre hable de la situación de las mujeres que si lo hiciera una mujer. O que un empresario opine sobre la situación de los trabajadores. O que alguien hable de discriminación o de una discapacidad de cualquier tipo si no los ha sufrido en carne propia. Por otro lado, como lo refleja la sentida disculpa de Oh, hay una gran cantidad de conferencias, encuentros, seminarios, etc. cristianos que están dirigidos a los líderes. Conferencias sobre liderazgo, sobre la vida del líder, la capacitación de los líderes, etc. Son inexistentes o escasos las conferencias, encuentros, seminarios, etc. dirigidas a y organizados por liderados o miembros comunes. Ni siquiera hemos acuñado una palabra que exprese el sentido de pertenencia al grupo de liderados equivalente a “liderazgo” para los líderes. “¿Seguidazgo?” Además, ¿los que somos liderados somos definidos por seguir a un líder? ¿Qué es lo que tenemos que aprender, a ser mejores liderados (como lo sugieren los líderes cuando hablan de nosotros) o, por ejemplo, a controlar mejor a los líderes? El libro “Pastor Pastor – Apacienta mis ovejas” trata el tema de distintas maneras. La contratapa, al hablar del autor, dice: Su objetivo al escribir esta novela es ayudar a dar respuestas a muchos de los temas que deben ser abordados para tener un cuerpo más saludable y ser una influencia más positiva en la sociedad. Su perspectiva como miembro de base de diferentes iglesias es especialmente sensible a la división entre líderes/instituciones y seguidores/miembros en las iglesias donde hay mucho que hacer en forma colaborativa para reducir el número de desertores desencantados y recuperarlos plenamente para el Reino. Cualquier estadística de la enorme y preocupante cantidad de personas que han abandonado iglesias cristianas en los últimos años mostrará una aplastante mayoría de miembros comunes, muchos de los cuales han partido por errores o maltrato de los líderes. Entonces, ¿por qué damos mucha más importancia y trascendencia a líderes que ha dejado la fe que a los cientos o miles que han hecho lo mismo como consecuencia de esos líderes? No parece ser lo que nos enseña la Biblia: El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”. Ni puede la cabeza decirles a los pies: “No los necesito”. Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables, y a los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial. Y se les trata con especial modestia a los miembros que nos parecen menos presentables, mientras que los más presentables no requieren trato especial. Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían, a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. (1 Corintios 12:21-25) Es un pasaje profundo, parte de otro más profundo y de toda una carta centrada en la unidad de la iglesia. Hay mucho para analizar, pero por ahora quisiera resaltar solo algunas frases: “los miembros… que parecen más débiles”, “los que nos parecen menos honrosos”, “los miembros que nos parecen menos presentables”. Al parecer, lo que nos parece —valga la redundancia— a nosotros no le parece a Dios. ¿Cuál es el objetivo de tratar a todos por igual? “A fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros”. Hoy, gran parte de la iglesia del Señor está centrada en los que parecen más fuertes, los que parecen más honrosos y los que parecen más presentables. Creo que es hora de que, no solo en teoría sino en la práctica cada miembro se preocupe por igual por los demás, porque todos somos iguales ante el Señor. Solo así tendremos un cuerpo realmente unido.
2 Comentarios
15/11/2022 04:42:39
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Alejandro
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